Lavado de piezas con proceso acuoso
El agua es el primer elemento que nos viene a la cabeza a la hora de pensar en lavar.
Gracias a su facilidad de utilización y mantenimiento, al bajo coste tanto del agua como de sus aditivos y a su prácticamente nulo impacto medioambiental, las máquinas que utilizan procesos acuosos están ampliamente extendidas en la industria, desde pequeñas unidades para lavados intermedios a pie de línea a grandes instalaciones para acabados específicos.
Entre las características/ventajas comunes de nuestras instalaciones concebidas para utilizar procesos acuosos podemos destacar:
Economía de uso y mínimo impacto ambiental:
Robustez constructiva y fiabilidad:
Dentro de los modelos que trabajan con procesos acuosos y basándonos en la forma de tratar las piezas hemos establecido tres grandes grupos:
Tambor rotativo "coclea"
El alma de este tipo de máquinas es un cilindro perforado dentro del cual se encuentra un "tornillo sinfin" que al girar hace avanzar las piezas (a granel) a través de las distintas fases de tratamiento. Tanto las toberas de agua para el lavado por aspersión como las de aire para secado están situadas dentro del tambor lo que unido al pequeño movimiento que sufren las piezas al girar permite que se laven y sequen de forma correcta y uniforme.
Este concepto permite colocar la lavadora en línea con la máquina anterior, trabajando en continuo, de esta manera la suciedad está recién incorporada y es más fácil de eliminar.
Este tipo de máquinas se han utilizado tradicionalmente para el lavado de tornillos, tuercas, remaches, pequeñas piezas mecanizadas, etc..., pero en la actualidad están teniendo una gran aceptación en el reciclado de metales, lavando virutas de acero inox, latón, etc..., o retales de aluminio triturados por poner algunos ejemplos.
Es una verdadera especialidad de nuestra representada Caber Impianti que en su gama incluye una gran variedad de modelos:
Túnel
Hemos englobado en este apartado las máquinas en las que dejamos las piezas sobre un transportador que avanza en continuo o paso a paso y las expone a las fases de lavado/secado de que disponga la instalación, en función de cada necesidad.
Podemos diferenciar varios tipos de transportador:
Son máquinas que normalmente trabajan en línea con prensas, centros de mecanizado, etc... y en las que las piezas se tratan prácticamente a granel efectuándoles lavados genéricos con duchas desde la parte superior, inferior y laterales u orientados si las piezas van guiadas o en bastidores.
Solemos tratar en estos túneles piezas mecanizadas de tamaño medio, piezas de estampación o corte fino o incluso piezas mayores como llantas de aluminio para automoción, menaje, etc...
Este tipo de transportador es idóneo para tratar ejes mecanizados, tubos, etc..., que quedan posicionados entre las varillas y de esta manera podemos orientar tanto las duchas de lavado como las boquillas de secado a los puntos que nos convenga, incluso en el caso de los tubos al interior de los mismos. En la mayoría de los casos el transportador avanza paso a paso y las operaciones de carga/descarga se efectúan con robot o manipulador.
Cuando se trata de lavar piezas de tipología complicada, agujeros ciegos, etc.. y con especificaciones de limpieza exigentes (muy habituales en el sector del automóvil) lo ideal es colocar éstas sobre palets pensados para la máquina de lavar, es decir que posicionen la pieza de manera que no retenga agua, que el propio palet drene bien, etc... Así podemos dejar expuestas las caras o agujeros que nos convengan a la acción mecánica de las duchas que a su vez estarán dirigidas a estos puntos. Igualmente en la fase de soplado.
Dentro de la máquina de lavar estos palets pueden ir solidarios a las cadenas que los hacen avanzar paso a paso (retornando vacíos por debajo) o si se trata de palets que circulan por cintas externas a la máquina, en ésta se depositan sobre dos cadenas que avanzan en continuo parándolos con cilindros donde sea necesario.
Otro tipo de transportador que hemos incluido en esta sección es la cadena movida por coronas de eje vertical sobre la cual se sitúan los soportes porta-piezas diseñados para dejar a éstas totalmente expuestas a las duchas de lavado y boquillas de soplado/secado. Éste concepto nos da mucha flexibilidad a la hora de adaptarnos a un lay-out concreto ya que permite, por ejemplo, situar las fases de lavado en un lado, las de secado en el otro y realizar la carga/descarga en el mismo punto.
En general podemos decir que cuando hablamos de túneles nos referimos a máquinas de gran producción para tratar piezas de tamaño medio tanto en operaciones intermedias como finales y que aunque partimos de modelos standard se pueden estudiar adaptadas al lay-out del usuario, por ejemplo alargando la zona de carga o de descarga, realizando estas operaciones en el mismo punto o proyectando la máquina en línea, en forma de "L" o en forma de "U".
Cabina
En este tipo de máquinas ponemos las piezas a granel en contenedores o posicionadas en bastidores, en ambos casos lo más abiertos posible para facilitar las acciones de lavado y secado. A estos contenedores / bastidores se les coloca una tapa y se introducen de manera manual o automática en la cabina de tratamiento de la máquina que dependiendo del modelo tiene espacio para uno o varios a la vez.
Una vez introducidos los contenedores y cerrada la puerta de carga éstos giran y las piezas son expuestas de manera regular y uniforme a las acciones de lavado y secado.
Aunque de entrada puede parecer un inconveniente tener que colocar las piezas en contenedores, introducir éstos en una cabina y esperar el tiempo de ciclo, este concepto de máquinas ofrece otras ventajas:
Con ciclos de trabajo de 1, 2 ó 3 depósitos con o sin secado.
Y sobre todo se les pueden aplicar tecnologías que en otros conceptos de máquina serían más complicadas o impensables: